viernes, 31 de diciembre de 2010

Un nuevo año


Quién decide cuando acaba lo viejo y empieza lo nuevo? No es un día del calendario, ni un cumpleaños, ni un nuevo año … es un acontecimiento, grande o pequeño, algo que nos cambia y que nos da esperanzas …. una nueva forma de vivir y contemplar el mundo para dejar marchar los viejos hábitos y los recuerdos…

Lo importante, es saber que siempre se puede volver a empezar, aunque también es importante recordar que, entre todo lo malo, siempre hay cosas, sobre todo personas, a las que merece la pena aferrarse … 

martes, 21 de diciembre de 2010

Dans les rues de Paris

Le temps est compté. Tu t'eu iras, je m'eu irai et je me demande si je vais avoir laissé une empreinte dans tes souvenirs, si tu te rapelles à un moment, soul le ciel de cette grande ville qu'il t'attende, qu'il y avait un temps qu'il riait avec moi, qu'une fois commencé à me dire tes craintes.


Coïncidences de la vie, nous avons traversé la route et, maintenant, nous sommes séparés... ou non, qui sait demain.


Tu vas me manquer et je vais regretter ces mille petites choses qui me rendait heureux par moments parce qu'on peut vivre pendu à un sourir et je me suis accroché au tien sans le vouloir, sans m'en rendre compte, j'ai commencé a en avoir besoin.


Parfois, j'ai l'impression que les gens passent dans ma vie, assez de temp pour avoir de l'amour et puis, s'en vont. Et, ici, je m'adapte à la situation, j'ai dû m'habituer à oublier.



Mais ce n'est pas un adieu, car je sais que la vie prend beaucoup de virages et je sais que cette fois est un peu différente, cette fois nous retournerons nous promener dans la main dans les rues de Paris... et seulement je demande que, lorque cela se produira, tout reste ton regard pareil. Je veux reconnaitre alors dans tes yeux, la vie que je porte avec moi.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Este fue nuestro final

Hacía ocho meses que no tenía esos ojos del color de la tierra frente a mi, aunque no creas que por eso había olvidado leer en ellos, y hacía ocho meses que todos esos paquetes estaban guardados en un cajón; simplemente creí que ya era hora de dártelos.

Y si lo hice no fue para tenerte entre mis sábanas de nuevo, simplemente no podía tenerlos en ese cajón por más tiempo, porque siempre fueron tuyos, porque los hice para ti y porque no quería nada cerca de mi corazón que me recordara o te perteneciera... por lo que pudiera pasar; y si no accedí a tu petición de disfrutar de uno de ellos, juntos, es porque, por una vez, quería algo especial...

Lo hice, te los di uno por uno, más bien tú los fuiste abriendo uno a uno y yo fui disfrutando de cada momento. Quería que no hubiera prisas entre nosotros y que durmieras a mi lado esa noche, por si era la última vez que dormíamos juntos en esa cama que ambos conocemos muy bien y que tanto te gusta, y porque estas palabras formaban parte de ese momento. Pero mientras veía tu rostro, tu sonrisa y la ilusión con la que abrías cada paquete, mis fuerzas para decirte todo esto comenzaron a flaquear y porque sentí el instante mágico del día y de toda mi vida, en esos escasos minutos en los que todo era perfecto.

Así que aquí estoy, aquí estoy para decirte que ha llegado el momento de tomar una decisión, ha llegado el momento de retomar la historia de lo nuestro con cabeza y corazón, o de ponerle un punto y final inquebrantable y para siempre.

Te dije que aprendí mucho en mi reciente viaje. Aprendí lo que quiero y lo que no quiero en mi vida, lo que me merezco y lo que no y lo más importante, me ha enseñado que puedo vivir sin ti. Y es por eso que hoy sé, que lo que quiero para mi es una persona que me respete, que me trate con amor, que me dé estabilidad y seguridad, que me sea fiel, que se sienta orgulloso de tenerme a su lado y sobre todo, que quiera estar conmigo... ya sea para seis meses o para toda la vida porque también he aprendido que nadie sabe donde estaremos mañana.

Las cosas pasan por una razón, por un motivo, y el motivo de mi viaje ha sido aprender, aprender a ser feliz. El tiempo que ha durado mi viaje ha sido el mejor de mi vida y aunque no lo creas, aún no he perdido la esperanza de llevarte conmigo a esos lugares algún día. Ahora es el momento de hacerlo.

Estas palabras no dicen más que lo que te dije al principio, que ha llegado el momento de retomar la historia de lo nuestro con cabeza y corazón, o de ponerle un punto y final inquebrantable y para siempre.

Siento que hemos llegado a un punto en el que no somos amigos, ni tampoco somos pareja, un punto en el que yo ya no sé ni que somos. Pero lo que sí sé, es lo que no quiero ser para ti y en lo que no quiero que tú te conviertas para mi... lo siento, pero no puedo.

Soy consciente de la distancia que nos separa, sé de tus planes y de todos tus proyectos, sé el hombre que quieres ser y el que realmente eres y sé que nada de eso es incompatible con nosotros si realmente se quiere, pero se ha de querer. Y sé que se puede porque ya lo hicimos una vez, porque sé el hombre que eres y que siempre has sido para mi y es por eso que aún sigo aquí.

Ahora todo es diferente, diferente para ti y diferente para mi. Tu situación es distinta y la mía también. Has hecho lo que has querido y has tenido lo que has necesitado, al igual que yo. He experimentado cosas, situaciones y momentos que son y serán sólo míos, que me han enriquecido y empobrecido también, me he sentido sola y muy bien acompañada, muy querida y muy atendida... y creo que todo esto que acabo de decir, también lo has experimentado tú.

Y es por eso que quiero volver a tentar a la suerte, a la vida y al mismísimo cielo que nos cobija y pedirles otra oportunidad para esta historia, con la libertad que nos confiere nuestra nueva situación, sin agobios, sin prisas, y con la madurez de saber que hemos pasado por vidas distintas y separadas durante mucho tiempo y que al final siempre acabamos en el mismo punto de partida... juntos.

Y si no es así, si no quieres clamar por otra oportunidad para esta historia, lo mejor para los dos es que acabemos con esto para siempre. No quiero tenerte a medias, no puedo, y sé que el tiempo me traerá alguien que me quiera, me respete y me haga feliz si tú decides seguir sin mi.

Ahora ya estás lejos de mi de nuevo, de vuelta a tu vida y a tu libertad. Piensa en todo esto, sopesa todo lo bueno y lo malo que hemos tenido, todo lo bueno y lo malo de estar juntos y de estar separados, pero sobre todo piensa en todo lo bueno que nos queda por vivir: noches de fiestas, noches de wii y vino, conciertos, días de viaje, momentos de risas y más risas, instantes perfectos compartidos por la gente que nos quiere o solos, porque sabes al igual que yo, que nunca necesitamos a nadie a nuestro alrededor…

No necesito ni quiero una contestación a estas palabras. No quiero una explicación de porque sí quieres o porque no quieres, sólo quiero un sí o un no.

Haz lo que tengas que hacer y cuando descanses cinco minutos de tu quehacer diario o antes de dormirte o cuando estés de fiesta una noche y veas lo que hay a tu alrededor, piensa en mi y en todo lo que aquí te he dicho. Cuando termines y vuelvas a casa un fin de semana con una decisión ya tomada, házmelo saber. Entonces será el momento para estrenar el único paquete que te queda por abrir, o de borrarnos de nuestras vidas para siempre.

Tal vez tengas tan claro un sí o un no, que no necesites más tiempo que el que gastes en leer estas letras. Estaré aquí como siempre, al otro lado de la puerta, hasta que tomes una decisión, sea cuando sea.

Si decides quedarte, tengo varias proposiciones que hacerte buenas, bonitas y gratis y alguna que otra proposición más que sé que te va a encantar; si decides irte, te doy mi palabra de que no volverás a saber nada de mi, ni habrá manera alguna de ponernos en contacto nunca más, para evitar tentaciones y/o recaídas.

Pase lo que pase, quiero que sepas que la persona que te está escribiendo estas líneas, es la persona que te preparó todos esos paquetes y los guardó durante ocho meses, la que te envío un paquete el día de tu cumpleaños desde otra parte del mundo, la que siempre te felicita el día de tu santo cuando nadie más se acuerda, la que siempre confió en ti, la que nunca te mintió, la que creyó siempre en la sinceridad de tu mirada hasta el último día, la que siempre ha estado ahí muy a pesar tuya y del resto del mundo. 

Y pase lo que pase, quiero darte las gracias por todo el tiempo que hemos compartido juntos, por los buenos y los malos momentos, por todos y cada uno de tus besos y quiero que sepas, que por encima de todo y de todos, ni te necesito ni te quiero… yo te amo.

Por si es un no, te deseo mucha suerte con tus planes, tu carrera y tu vida. Te mereces todo lo bueno que te pueda pasar y nunca dudes de lo capaz que eres para conseguir cualquier cosa que te propongas, cualquier cosa.

Un beso... o no.





Semanas después de leer estas letras, tu respuesta fue... NO

domingo, 28 de noviembre de 2010

Historia de lo nuestro



Hubo una historia que no era ninguna canción, ni tan siquiera un corto fragmento de algo parecido a una musiquita tan pegadiza como olvidadiza. La auténtica banda sonora eran las palabras que se dijeron y de las cuales, ya no se guarda recuerdo; las palabras que habían colmado de felicidad y verdades, la relación; las palabras que tanto tiempo se guardaron y que ya nunca más podrán decirse; las palabras que no supieron decir y que esperan su turno para salir a flote; las veces que se dijeron adios; la pena que sintieron y que ahora al recordarla, les parece pequeña… Y es que ninguna otra historia, había definido tan a la perfección el principio y el fin de algo que jamás tenía que haber comenzado, o sí.
Un día, se pusieron los por qué y los cómo en esta historia, lo que nunca fueron capaces de expresar por sí mismos, y a lo que jamás se hubiesen atrevido a admitir y pronunciar.
“La palabra “traición” se pronuncia sin que suene, ¿lo sabías?”. Esta frase podría ser un magnífico epitafio para esta historia. La frase del principio no salió a la luz hasta que el final no llegó.
“Lo raro es vivir”, y tanto, pensaron los dos, sentados en el sofá de ese salón que tantas veces les había visto hacer el amor. Pero lo cierto es que su historia la vivieron, corta e intensa, pero eterna mientras duró, o eso dicen sus conciencias cuando se les pregunta.
Pero Diciembre apaciguó lo que el corazón escupía, y Enero sepultó lo que Mayo pretendía. Y es que no hay mayor fin que el que nunca tuvo principio. Porque cuando sus ojos se miraron, sin saber que sería la última vez, y sus brazos rompieron el abrazo, fuerte y holgado, todo a la vez, el universo cumplió su palabra: nunca.
Sus destinos se cruzaron, y ninguno de ellos sabe aún el motivo. Y si les preguntas, te dirán lo mismo: que tampoco les interesa. Y en su interior, cuando se quedan solos consigo mismos, cuando el peso del pasado vuelve con tono de “y si esta vez”, banda sonora amenazadora… cierran los ojos para no hacerse preguntas, para no volverse locos, para no escribir un código secreto que ninguno de ellos sepa descifrar al final del día. Porque no hay mayor misterio que aquel que no hemos querido descubrir. Y porque el destino siempre retorna para hacernos enfurecer de rabia con sus palabras.

martes, 16 de noviembre de 2010

Sólo un puño que pega pero que no duele

Ahora ya eres sólo un puño que pega de verdad pero que no duele.

Han pasado los días en los que vivía por un halago tuyo, por esos momentos en los que quería oírte decir todo lo que se te pasara por la mente para luego besarme hasta que tus labios se sonrojaban. No te pedía nada a cambio, ni un simple toque de fidelidad, sólo quería sentir tu calor corporal, el roce y la pasión de tu sexo dejando que fueras tú quien eligiera siempre el final.

Sí, sé que las noches de fiesta son las peores… alcohol, música, amigos y esa persona por la que sientes debilidad. Y así fue que empecé a confundir noches de lujuria con noches de amor… Y así fue que llegué a no confundir, que sé que hoy sólo es lujuria y mañana no sé que pasará. No pretendas que mañana lo dé todo por ti como hacía antes, como bien te he dicho, esto es una noche más y tú has pasado a ser otro más en mi larga lista de promesas a olvidar.

Porque antes de ayer todo eran halagos y hoy todo ha cambiado. Me cambiaste por tu estúpido pensar inmaduro, “¡mírame!”, yo soy la misma pero con un fracaso más y actúo con tu misma estúpida inmadurez, lo hago bien ¿verdad?. En realidad me importa más de lo que tú crees, pero volveré a pasar página y a sustituirte por otro como ya lo hice hace muy poco. Ya no voy a cambiar lágrimas por decepción, ahora sólo voy a llorar de risa porque por muchos palos que me de la vida, seguiré mi camino de ida.

Mírame y dime que no viste algo distinto el otro día, que mis ojos ya no brillan como antes, que ya no me sale sola la sonrisa, que la facciones de la cara se me entristecen solo al pensar en lo feliz que era engañada contigo. Recuerda que ya no me volverás a ver sonreír de la manera que lo hacía antes y que nunca más verás mis ojos con la alegría y el brillo que tenían de felicidad… y recuerda también que hasta que alguien no me devuelva la alegría, no podré volver a mirarte de otra manera...

Creí que no volvería a caer otra vez, pero el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, y tres… y cuatro… y cinco… y…. ¿Porqué? No sé, la verdad es que todo me parecía tan dulce y no, ni siquiera me empachaba, pero ahora es cuando soy capaz de ver que la amargura seguía detrás de mi, me perseguía, me dejaba disfrutar para luego hacerme olvidar lo que era un dulce y es que hay veces que la vida empacha, ¿lo sabías? Y eso es lo que me ha pasado contigo, que me he empachado de tanto comer y no disfrutar ni un solo bocado.

Esto ya lo hemos vivido muchas veces pero ayer me puse a pensar y coloqué cada cosa y a cada persona en su lugar. Y después de eso, al dormir, soñé con ese tipo de vida en el que no aparece nadie excepto yo, en el que tú desapareces y lo admito, me desperté asustada, me vi sola y no quise ver más allá. Me sentí agobiada, pero segura de saber que no le daré la espalda a una vida en la que tú no estés, la acogeré con ganas porque tal vez, esta es la única manera que existe para que te des cuenta de todo lo que di por ti y no quisiste verlo.

Pásalo bien mañana, que hoy todo ha cambiado y a mi, me volverás a mirar, pero jamás me volverás a ver.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Fue por tus defectos


Ya no sé qué más hacer. Sólo con besos podría explicar lo que sentía mi cuerpo. Añoro cuando después apenas podía respirar, exhausta te miraba, y tus ojos me llegaban a las entrañas...
Maldigo lo que eres y lo que siento, con todas mis fuerzas, porque aquella ternura, aquella pasión, aquel amor, murió por tus defectos. Tú lo mataste y debiste matarme a mi en aquella habitación y no nuestro amor...
Sólo fue una hecatombe de esperanzas, un apocalipsis de ilusiones donde todas mis intuiciones señalaban en una dirección, la de la traición, la mentira.... tú.
Pero encontraste la manera de hacerme ver la verdad frente al espejo. No fue una manera tierna, no. Creíste desahuciar mi amor envolviéndolo en nostalgias, manteniéndolo en los suburbios de tu vida, borrándolo de tu camino, abandonándolo a su suerte, suerte que no fue mucha, suerte que ahora contra ti se vuelve.
Y ahora?
Con mis ojos bien secos por si acaso, empiezo a recordarte, a recordar aquella realidad frente al espejo a la que no me enfrentaba desde hace mucho tiempo...
Y si fui implacable contigo, la culpa no fue mía, sólo fue de tus defectos.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Te perdono...


¿Recordáis cuando éramos pequeños y mordíais a otro niño en el recreo? La seño decía: "Pídele perdón". Lo decíamos, pero no lo pensábamos, porque el mocoso al que habíamos mordido, se lo merecía. Pero cuando creces, disculparse no es tan fácil. Cuando acaban los días de recreo, hay que decirlo en serio.

No siempre nos salen las cosas como esperamos, a veces, aunque tengamos un motivo de peso para tomar una decisión, sólo conseguimos hacer daño, y de pronto la culpa asoma la cabeza y nos preguntamos qué hacer, qué hacer cuando la culpa depende de ti. Como seres humanos, podemos hacerlo mejor o peor y aunque no lo creamos, podemos reparar los errores, aunque parezcan irreparables.

Pero a veces, lo siento no siempre es suficiente, quizás porque se utiliza demasiado, como arma, como excusa. Pero cuando lo sentimos y lo utilizamos cuando es debido, cuando lo pensamos, cuando necesitamos decirlo, cuando nuestras acciones dicen más que las palabras...

Cuando lo hacemos bien, lo siento es perfecto, cuando lo hacemos bien, decir lo siento nos revive.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Princesas


Todos recordamos los cuentos de nuestra infancia. El zapato le cabe a cenicienta, la rana se convierte en príncipe, a la bella durmiente la despiertan con un beso, érase una vez y vivieron felices. La materia de la que están hechos los sueños.

El problema es que los cuentos no se hacen realidad. Las otras historias, esas que comienzan en noches oscuras y tormentosas y tienen un final atroz, son las que parecen convertirse en realidad.

A quien inventó eso de "y vivieron felices", habría que darle una paliza.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

¿Porqué?


¿Porqué? Porque crees que tienes cierta hermosura (y te aseguro que no es suficiente para ir a acostarme esta noche sin calor)... ¿y es por eso que te muestras orgulloso y sin piedad? Pues lo siento, pero no veo en ti más que una de las mercancías más ordinarias de la manufactura de la naturaleza.

Si no te conociera pensaría que tratas de fascinarme, de retenerme a tu lado. Lo siento pero no, no esperes conseguirlo con orgullos vanos y altivos desprecios. Ni tus cejas de tinta, ni tu cabello de seda negro, ni tus ojos marrones como la tierra, ni tus masculinas facciones, pueden someter mi corazón a tu voluntad ni un día más. Porque yo soy mil veces más bella como mujer que tú como hombre y gracias a las imbéciles como yo, está el mundo poblado de hombres soberbios y orgullosos como tú. Soy yo, y no tu espejo quien te adula y es por eso mi culpa que tu orgullo no te deja ver lo que verdaderamente hay tras lo que tus rasgos pueden mostrar.

Mira por un momento más allá de lo que el espejo refleja. Sólo entonces te pondrás de rodillas y llorarás al cielo por haber perdido el amor de una buena mujer; y si me permites susurrarte algo al oído, te diría: "cierto es que posees la riqueza de lo bello, pero eres pobre, pues todo cuanto tienes contigo ha de morir algún día".

lunes, 8 de noviembre de 2010

Impulsos


Me gusta la gente que se mueve por impulsos…

Todo lo que nos rodea se mueve por impulsos. Los latidos del corazón, el motor de la tierra que nos sostiene, el calor del sol que nos mantiene vivos…

El primer impulso es el que cuenta, el que sale del corazón y no de la razón. El impulso de una visita por sorpresa, el impulso de un beso inesperado, el impulso de un viaje improvisado, el impulso de romper el plan establecido… cuando confías en el primer impulso, todo sale mejor.

Por eso me gusta la gente que se mueve por impulsos…


domingo, 7 de noviembre de 2010

Pogreso


Vivimos en un mundo de constante progreso, moviéndose hacia delante. Te detienes un segundo y te dejan atrás. Pero por más que intentemos ir hacia delante, es demasiado tentador no mirar nunca más atrás. Y aunque lo intentemos, el pasado siempre permanece.

Y como demuestra la historia una y otra vez, los que olvidan el pasado, están condenados a repetirlo una y otra vez.

A veces el pasado es algo que no puedes perder y a veces el pasado es algo por lo que daríamos cualquier cosa para poderlo olvidar.

Pero a veces aprendemos algo nuevo sobre el pasado, que cambia todo lo que sabemos en el presente.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Siempre intentarlo...


Todo lo que hagas en la vida será insignificante, pero es muy importante que lo hagas. Como cuando alguien entra en tu vida y una mínima parte de ti dice "no estás preparada para hacerlo", pero la otra parte dice "hazlo tuyo para siempre".

Cuando sentí tu cuerpo por primera vez junto al mío, un estremecimiento extraordinario recorrió todo mi cuerpo. Sentí que nada podía compararse a esa situación, a ese alivio de estrecharte entre mis brazos y sentirte mío.

Hoy, tu piel desnuda sobre mi piel desnuda, tu sexo pidiendo a gritos mi alivio, tu cuerpo arrancado del paraíso y yo ofreciéndome a ti en la más antigua y absoluta entrega. Hoy siento que todo mi cuerpo está volando por una superficie desconocida, que esto es nuevo y que da un poco de miedo.

Tus besos cálidos, calientes, sexuales, adictivos, son el rincón en el que me agazapo, con mis sentimientos, y el punto de partida para la consumación, para el poder, para el éxtasis...

Rodar por la cama, colarme en tu abrazo y hacerte mío... volar por los entresijos de posturas, palabras y gemidos para finalmente descansar sobre tu cuerpo, como hace pocos minutos, para sentir que la vida se me escapa entre tu piel y que poco me importa que así sea.

Estoy rendida y soy consciente de lo que ello supone...

viernes, 5 de noviembre de 2010

Cielo e infierno

Creo en el cielo y también en el infierno. Nunca los he visto pero creo que existen. Deben existir porque, sin un paraíso y sin un infierno, estaríamos destinados a vivir en el limbo.


El cielo, el infierno, el limbo... nadie sabe para donde vamos así que, que alivio cuando llegamos ¿no? Pero lo que sí sabemos con certeza son los momentos que nos llevan a otro lugar, los momentos quen os dan el paraíso en la tierra.




Y quizás, por ahora, eso es todo lo que necesitamos saber.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Oscuridad


Cuando eres pequeño, la noche te da miedo porque hay monstruos escondidos bajo la cama. Cuando creces, esos monstruos son diferentes, la inseguridad, la soledad, el arrepentimiento... Y aunque seas mayor y más sabio, sigues teniendo miedo a la oscuridad.


Dormir es lo más fácil del mundo, sólo hay que... cerrar los ojos. Pero para muchos de nosotros, el sueño parece fuerta de nuestro alcance. Queremos dormir pero no sabemos como hacerlo.


Pero cuando nos enfrentamos a nuestros demonios, a nuestros miedos y buscamos ayuda en los demás, la noche no da tanto miedo porque nos damos cuenta de queno estamos solos en la oscuridad.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Miedo


Todos tenemos miedo, hasta el más fuerte por ejemplo, de no serlo. El más débil del fuerte. Hay quien teme a la oscuridad. Raros casos a la luz. Hay quien tiene miedo de las calles, de la noche, de la ciudad...


A veces me preguntan si no le tengo miedo a nada y pienso qué responder. Porque a veces siento que no le temo a nada y otras veces a todo. Si por mi fuera, el universo me es pequeño, con buenas voluntades, pero viendo el mundo que me rodea, me siento aterrado... a despertar y a no despertar... a la ansiedad que me ahoga en mi prisión... al futuro, y porque no, también al pasado.


Recuerdo días más felices donde el miedo solo me acompañaba, no me asustaba. ¿Que si tengo miedo? No, posiblemente sea capaz de enfrentarme sola a todo. ¿Que si tengo miedo? Sin duda.


Quisiera despertar un día y sólo ver nobleza, buenas acciones, buenas palabras, pureza... Quisiera despertar un día y que alguien me dijera con un sonrisa en los labios que todo lo malo se ha terminado, que el mundo ya no tiene miedo, que la gente es mejor, que se aman, que se quieren, que se respetan, que no se juzgan, que se cuidan... Quisiera despertarme y no ver un mundo perfecto, sólo muchas más mejores personas... Entonces, entonces no tendré miedo...

martes, 2 de noviembre de 2010

El primer y último amor


El primer amor y el último, se sienten igual... eso es lo que se tarda en entender. Nos damos cuenta de esto cuando llega el día en el que eres capaz de ver que, en esa pareja sólo quedas tú y que lo único que te ata a él es la herida que te causó...


... y que haciéndola sangrar, no mantienes vivo su recuerdo, sino el dolor de la pérdida...

jueves, 28 de octubre de 2010

Adiós amor


Te he escrito cartas para no olvidarme de tu nombre y te he pintado con mi torpeza para no olvidar el color de tu pelo rizado. Me despierto entre soledades perpetuas prestadas que se me antojan, apenas lo común o lo banal. Y así, al despertar ansío. 


Ansío aquello que no puedo tener, aquello que ni siquiera debo tener. He recogido en una lista todo aquello que deseo de tu cuerpo y nada es tan importante. Nada sienta precedente en mi vida. No eres tan guapo, ni siquiera me hacen temblar ya tus besos. Ya no se me duermen las manos mientras juegas con mi poco pelo. Ya ni siquiera cierro los ojos y deseo que sigas besando mi cuerpo. Ya no eres lo que necesito.


Sé que es muy triste, porque he barrido todos los recuerdos de tu pecho. Todos los mensajes que dejaste en mi memoria se han quedado a oscuras en una caja de zapatos. Te he dejado en tu puerta todos tus regalos, la mirada repleta de recuerdos, el zurrón roto de las palabras, el ansía al despedirnos, el temblor de manos, los tartamudeos y los besos. Están todos frente a tu puerta. Lo siento, pero hoy ya no necesito verte, fue un placer tenerte y que me tuvieras. Fue hermoso mientras me amaste y me hiciste sentir a tu lado... pero qué digo, si nunca me amaste...


Hoy, que me has abandonado y yo te he abandonado, ya no tiene sentido. Adiós. Se feliz.

miércoles, 27 de octubre de 2010

El futuro: miedos y esperanzas


Cuando algo comienza, normalmente no sabes cómo acabará. La casa que ibas a vender, se convierte en tu hogar, tus amigos se convierten en tu familia y el amante de una noche que estabas decidida a olvidar, se convierte en el amor de tu vida.

Pasamos la vida preocupándonos por el futuro, planeándolo, intentando predecirlo, pensando que saber cómo será, amortiguará el golpe… pero el futuro cambia constantemente. El futuro es el hogar de nuestros miedos y de todas nuestras esperanzas.
Aún así, algo es seguro. Cuando por fin se revela, el futuro nunca es como lo imaginábamos.

Las personas pasamos mucho tiempo pensando en el futuro, planeándolo, trabajando para él. Pero en algún momento empiezas a darte cuenta de que tu vida está ocurriendo ahora, no después del colegio, ni de la universidad, ni donde estemos dentro de cinco años… es ahora. Eso es todo, somos nosotros y es aquí. Parpadeas y te lo pierdes.

¿Alguna vez lo has dicho? … “te amo”, “no quiero vivir sin ti”, “has cambiado mi vida” … ¿lo has dicho?.

Haz un plan, márcate un objetivo, intenta lograrlo, lucha por él… pero ahora y cada vez más, mira quién hay a tu alrededor, quién está a tu lado ya y quién te ama ahora. Vive a fondo lo que sientes, sin miedos, con esperanzas, porque esta es tu vida y podría acabarse mañana.

martes, 26 de octubre de 2010

Quédatelo de recuerdo


Desde cuando estás ahí? No hace mucho la verdad, pero has hecho tanta mella en mi que parece llevas a mi lado una eternidad; y ahora quiero que te vayas, porque creo que ya tengo bastante de ti para toda una vida, porque ya no me hieres, porque ya no me dañas, porque sabes cuál es mi punto débil y allí que atacas cada vez que bajo la guardia…

Y yo no dejo de preguntarme porqué, qué he hecho, en que momento de mi vida me volví tan vulnerable que dejé que acabaras conmigo, en que momento me hiciste tan tuya que ya ni siquiera me pertenezco…

Pero ya no te creo, y te odio… sí, te odio, porque es la ira, porque es el daño, porque es el odio lo que me hará olvidarte algún día no muy lejano, lo que me hará ser libre de nuevo y volver a reír, reír de verdad, sin miedo a ser feliz… porque hoy no eres más que un sueño extraño que me invadió una noche de verano, nada más que pasado, nada más que otro nombre que apuntar en mi larga lista de promesas a olvidar.

Hoy ya no eres mi carcelero ni tienes las llaves de mi prisión, hoy ya sólo tienes mi corazón, que ya no es mío, que ya no quiero… quédatelo de recuerdo.

martes, 19 de octubre de 2010

Noche


Noche. Noche encantada. Noche dolorosa. Noche insensata, mágica y loca. Y luego más noche. Noche que parece no acabar nunca. Noche que, sin embargo, a veces pasa demasiado rápido.

Noche de ventanas entreabiertas para recibir un atisbo de primavera. Noche de colchas que protegen y recuerdos que dejan dudas y un sabor un poco amargo en la boca. A veces el pasado hace que las almohadas resulten incómodas, pero ¿qué es el amor?, ¿existe alguna regla, una manera, una receta? ¿o es todo casual y sólo te queda esperar a ver si tienes suerte? Preguntas difíciles mientras el despertador con luz fluorescente señala el amanecer. No puedes saber lo que pasará después. Lo que importa es amarse y basta ¿no?, sin hipotecar el futuro.

Continúa. Y el beso se convierte en una noche solos aquí en casa. Una casa demasiado grande para un amor quizá demasiado pequeño. Cuerpos que se chocan sin querer, roces provocados y ojos que se buscan y encuentran espacios y panoramas nuevos. Esta vez. Momento único. Que desearías que no acabase, que fuese el inicio de todo. Descubrirse vulnerables y frágiles, curiosos y dulces. Una explosión.

Y comprender que tal vez amar es otra cosa. Es sentirse libres y ligeros. Es saber que no pretendes apropiarte del corazón del otro, que no es tuyo, que no te toca por contrato. Debes merecerlo cada día. Y eres consciente de que hay respuestas que quizá deben cambiarse. Es preciso partir para volver a encontrar el camino.

Dos lágrimas resbalan despacio, casi tímidas y preocupadas por no manchar la almohada. La nueve y media de la mañana. La luz entra por la ventana. Me doy la vuelta. La almohada me resulta incómoda. Como un pensamiento puntiagudo colocado debajo del colchón.

Me voy, sigilosa, de la cama. El sueño ha hecho estragos. Después silencio. Ese silencio pleno. Profundo. El silencio de los besos. Ese que habla de sueños y fábulas, de tesoros escondidos. Los más bellos. Mientras espero que notes mi ausencia.

Despiertas. Me llamas. Vuelvo a la cama. Levantas la sábana señalando el hueco que he dejado a tu lado. Vuelve el silencio. El silencio de los besos…

No has sido mi primer amor. Te conocí después de haber amado a otras personas. Y quizá no de este modo. Puede que sea preciso viajar antes de saber cuál es la meta adecuada para nosotros. Quizás cada vez que te amo, sea la primera.

Rara aquella noche… no, preciosa noche. Aún te sueño.

martes, 29 de junio de 2010

Vínculos



Los lazos que nos unen, a veces, son imposibles de explicar. Nos unen hasta después de que parezca que deberían haberse roto.

Algunos vínculos desafían la distancia, el tiempo y la lógica, porque algunos lazos... están predestinados a no romperse jamás.

lunes, 28 de junio de 2010

Palabras


La comunicación es una de las primeras cosas que aprendemos en la vida. Es curioso que conforme vamos creciendo, asimilando palabras y aprendiendo a hablar, menos sepamos qué decir o cómo pedir lo que queremos de verdad.


Hay cosas que exceden a las palabras, que sólo son producto de los hechos, de nuestros actos. A veces hablas porque no hay alternativa, otras cosas te las reservas y, no siempre, pero de cuando en cuando, algunas cosas hablan por sí solas.