sábado, 6 de noviembre de 2010

Siempre intentarlo...


Todo lo que hagas en la vida será insignificante, pero es muy importante que lo hagas. Como cuando alguien entra en tu vida y una mínima parte de ti dice "no estás preparada para hacerlo", pero la otra parte dice "hazlo tuyo para siempre".

Cuando sentí tu cuerpo por primera vez junto al mío, un estremecimiento extraordinario recorrió todo mi cuerpo. Sentí que nada podía compararse a esa situación, a ese alivio de estrecharte entre mis brazos y sentirte mío.

Hoy, tu piel desnuda sobre mi piel desnuda, tu sexo pidiendo a gritos mi alivio, tu cuerpo arrancado del paraíso y yo ofreciéndome a ti en la más antigua y absoluta entrega. Hoy siento que todo mi cuerpo está volando por una superficie desconocida, que esto es nuevo y que da un poco de miedo.

Tus besos cálidos, calientes, sexuales, adictivos, son el rincón en el que me agazapo, con mis sentimientos, y el punto de partida para la consumación, para el poder, para el éxtasis...

Rodar por la cama, colarme en tu abrazo y hacerte mío... volar por los entresijos de posturas, palabras y gemidos para finalmente descansar sobre tu cuerpo, como hace pocos minutos, para sentir que la vida se me escapa entre tu piel y que poco me importa que así sea.

Estoy rendida y soy consciente de lo que ello supone...

No hay comentarios:

Publicar un comentario