Vivimos en un mundo de constante progreso, moviéndose hacia delante. Te detienes un segundo y te dejan atrás. Pero por más que intentemos ir hacia delante, es demasiado tentador no mirar nunca más atrás. Y aunque lo intentemos, el pasado siempre permanece.
Y como demuestra la historia una y otra vez, los que olvidan el pasado, están condenados a repetirlo una y otra vez.
A veces el pasado es algo que no puedes perder y a veces el pasado es algo por lo que daríamos cualquier cosa para poderlo olvidar.
Pero a veces aprendemos algo nuevo sobre el pasado, que cambia todo lo que sabemos en el presente.
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