viernes, 31 de diciembre de 2010

Un nuevo año


Quién decide cuando acaba lo viejo y empieza lo nuevo? No es un día del calendario, ni un cumpleaños, ni un nuevo año … es un acontecimiento, grande o pequeño, algo que nos cambia y que nos da esperanzas …. una nueva forma de vivir y contemplar el mundo para dejar marchar los viejos hábitos y los recuerdos…

Lo importante, es saber que siempre se puede volver a empezar, aunque también es importante recordar que, entre todo lo malo, siempre hay cosas, sobre todo personas, a las que merece la pena aferrarse … 

martes, 21 de diciembre de 2010

Dans les rues de Paris

Le temps est compté. Tu t'eu iras, je m'eu irai et je me demande si je vais avoir laissé une empreinte dans tes souvenirs, si tu te rapelles à un moment, soul le ciel de cette grande ville qu'il t'attende, qu'il y avait un temps qu'il riait avec moi, qu'une fois commencé à me dire tes craintes.


Coïncidences de la vie, nous avons traversé la route et, maintenant, nous sommes séparés... ou non, qui sait demain.


Tu vas me manquer et je vais regretter ces mille petites choses qui me rendait heureux par moments parce qu'on peut vivre pendu à un sourir et je me suis accroché au tien sans le vouloir, sans m'en rendre compte, j'ai commencé a en avoir besoin.


Parfois, j'ai l'impression que les gens passent dans ma vie, assez de temp pour avoir de l'amour et puis, s'en vont. Et, ici, je m'adapte à la situation, j'ai dû m'habituer à oublier.



Mais ce n'est pas un adieu, car je sais que la vie prend beaucoup de virages et je sais que cette fois est un peu différente, cette fois nous retournerons nous promener dans la main dans les rues de Paris... et seulement je demande que, lorque cela se produira, tout reste ton regard pareil. Je veux reconnaitre alors dans tes yeux, la vie que je porte avec moi.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Este fue nuestro final

Hacía ocho meses que no tenía esos ojos del color de la tierra frente a mi, aunque no creas que por eso había olvidado leer en ellos, y hacía ocho meses que todos esos paquetes estaban guardados en un cajón; simplemente creí que ya era hora de dártelos.

Y si lo hice no fue para tenerte entre mis sábanas de nuevo, simplemente no podía tenerlos en ese cajón por más tiempo, porque siempre fueron tuyos, porque los hice para ti y porque no quería nada cerca de mi corazón que me recordara o te perteneciera... por lo que pudiera pasar; y si no accedí a tu petición de disfrutar de uno de ellos, juntos, es porque, por una vez, quería algo especial...

Lo hice, te los di uno por uno, más bien tú los fuiste abriendo uno a uno y yo fui disfrutando de cada momento. Quería que no hubiera prisas entre nosotros y que durmieras a mi lado esa noche, por si era la última vez que dormíamos juntos en esa cama que ambos conocemos muy bien y que tanto te gusta, y porque estas palabras formaban parte de ese momento. Pero mientras veía tu rostro, tu sonrisa y la ilusión con la que abrías cada paquete, mis fuerzas para decirte todo esto comenzaron a flaquear y porque sentí el instante mágico del día y de toda mi vida, en esos escasos minutos en los que todo era perfecto.

Así que aquí estoy, aquí estoy para decirte que ha llegado el momento de tomar una decisión, ha llegado el momento de retomar la historia de lo nuestro con cabeza y corazón, o de ponerle un punto y final inquebrantable y para siempre.

Te dije que aprendí mucho en mi reciente viaje. Aprendí lo que quiero y lo que no quiero en mi vida, lo que me merezco y lo que no y lo más importante, me ha enseñado que puedo vivir sin ti. Y es por eso que hoy sé, que lo que quiero para mi es una persona que me respete, que me trate con amor, que me dé estabilidad y seguridad, que me sea fiel, que se sienta orgulloso de tenerme a su lado y sobre todo, que quiera estar conmigo... ya sea para seis meses o para toda la vida porque también he aprendido que nadie sabe donde estaremos mañana.

Las cosas pasan por una razón, por un motivo, y el motivo de mi viaje ha sido aprender, aprender a ser feliz. El tiempo que ha durado mi viaje ha sido el mejor de mi vida y aunque no lo creas, aún no he perdido la esperanza de llevarte conmigo a esos lugares algún día. Ahora es el momento de hacerlo.

Estas palabras no dicen más que lo que te dije al principio, que ha llegado el momento de retomar la historia de lo nuestro con cabeza y corazón, o de ponerle un punto y final inquebrantable y para siempre.

Siento que hemos llegado a un punto en el que no somos amigos, ni tampoco somos pareja, un punto en el que yo ya no sé ni que somos. Pero lo que sí sé, es lo que no quiero ser para ti y en lo que no quiero que tú te conviertas para mi... lo siento, pero no puedo.

Soy consciente de la distancia que nos separa, sé de tus planes y de todos tus proyectos, sé el hombre que quieres ser y el que realmente eres y sé que nada de eso es incompatible con nosotros si realmente se quiere, pero se ha de querer. Y sé que se puede porque ya lo hicimos una vez, porque sé el hombre que eres y que siempre has sido para mi y es por eso que aún sigo aquí.

Ahora todo es diferente, diferente para ti y diferente para mi. Tu situación es distinta y la mía también. Has hecho lo que has querido y has tenido lo que has necesitado, al igual que yo. He experimentado cosas, situaciones y momentos que son y serán sólo míos, que me han enriquecido y empobrecido también, me he sentido sola y muy bien acompañada, muy querida y muy atendida... y creo que todo esto que acabo de decir, también lo has experimentado tú.

Y es por eso que quiero volver a tentar a la suerte, a la vida y al mismísimo cielo que nos cobija y pedirles otra oportunidad para esta historia, con la libertad que nos confiere nuestra nueva situación, sin agobios, sin prisas, y con la madurez de saber que hemos pasado por vidas distintas y separadas durante mucho tiempo y que al final siempre acabamos en el mismo punto de partida... juntos.

Y si no es así, si no quieres clamar por otra oportunidad para esta historia, lo mejor para los dos es que acabemos con esto para siempre. No quiero tenerte a medias, no puedo, y sé que el tiempo me traerá alguien que me quiera, me respete y me haga feliz si tú decides seguir sin mi.

Ahora ya estás lejos de mi de nuevo, de vuelta a tu vida y a tu libertad. Piensa en todo esto, sopesa todo lo bueno y lo malo que hemos tenido, todo lo bueno y lo malo de estar juntos y de estar separados, pero sobre todo piensa en todo lo bueno que nos queda por vivir: noches de fiestas, noches de wii y vino, conciertos, días de viaje, momentos de risas y más risas, instantes perfectos compartidos por la gente que nos quiere o solos, porque sabes al igual que yo, que nunca necesitamos a nadie a nuestro alrededor…

No necesito ni quiero una contestación a estas palabras. No quiero una explicación de porque sí quieres o porque no quieres, sólo quiero un sí o un no.

Haz lo que tengas que hacer y cuando descanses cinco minutos de tu quehacer diario o antes de dormirte o cuando estés de fiesta una noche y veas lo que hay a tu alrededor, piensa en mi y en todo lo que aquí te he dicho. Cuando termines y vuelvas a casa un fin de semana con una decisión ya tomada, házmelo saber. Entonces será el momento para estrenar el único paquete que te queda por abrir, o de borrarnos de nuestras vidas para siempre.

Tal vez tengas tan claro un sí o un no, que no necesites más tiempo que el que gastes en leer estas letras. Estaré aquí como siempre, al otro lado de la puerta, hasta que tomes una decisión, sea cuando sea.

Si decides quedarte, tengo varias proposiciones que hacerte buenas, bonitas y gratis y alguna que otra proposición más que sé que te va a encantar; si decides irte, te doy mi palabra de que no volverás a saber nada de mi, ni habrá manera alguna de ponernos en contacto nunca más, para evitar tentaciones y/o recaídas.

Pase lo que pase, quiero que sepas que la persona que te está escribiendo estas líneas, es la persona que te preparó todos esos paquetes y los guardó durante ocho meses, la que te envío un paquete el día de tu cumpleaños desde otra parte del mundo, la que siempre te felicita el día de tu santo cuando nadie más se acuerda, la que siempre confió en ti, la que nunca te mintió, la que creyó siempre en la sinceridad de tu mirada hasta el último día, la que siempre ha estado ahí muy a pesar tuya y del resto del mundo. 

Y pase lo que pase, quiero darte las gracias por todo el tiempo que hemos compartido juntos, por los buenos y los malos momentos, por todos y cada uno de tus besos y quiero que sepas, que por encima de todo y de todos, ni te necesito ni te quiero… yo te amo.

Por si es un no, te deseo mucha suerte con tus planes, tu carrera y tu vida. Te mereces todo lo bueno que te pueda pasar y nunca dudes de lo capaz que eres para conseguir cualquier cosa que te propongas, cualquier cosa.

Un beso... o no.





Semanas después de leer estas letras, tu respuesta fue... NO