miércoles, 3 de noviembre de 2010

Miedo


Todos tenemos miedo, hasta el más fuerte por ejemplo, de no serlo. El más débil del fuerte. Hay quien teme a la oscuridad. Raros casos a la luz. Hay quien tiene miedo de las calles, de la noche, de la ciudad...


A veces me preguntan si no le tengo miedo a nada y pienso qué responder. Porque a veces siento que no le temo a nada y otras veces a todo. Si por mi fuera, el universo me es pequeño, con buenas voluntades, pero viendo el mundo que me rodea, me siento aterrado... a despertar y a no despertar... a la ansiedad que me ahoga en mi prisión... al futuro, y porque no, también al pasado.


Recuerdo días más felices donde el miedo solo me acompañaba, no me asustaba. ¿Que si tengo miedo? No, posiblemente sea capaz de enfrentarme sola a todo. ¿Que si tengo miedo? Sin duda.


Quisiera despertar un día y sólo ver nobleza, buenas acciones, buenas palabras, pureza... Quisiera despertar un día y que alguien me dijera con un sonrisa en los labios que todo lo malo se ha terminado, que el mundo ya no tiene miedo, que la gente es mejor, que se aman, que se quieren, que se respetan, que no se juzgan, que se cuidan... Quisiera despertarme y no ver un mundo perfecto, sólo muchas más mejores personas... Entonces, entonces no tendré miedo...

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